Griezmann es un comodín de diamantes

Como diría el gran Celu, el alma y cantante de El Barrio: "¡He vueeeeelto!". Así acabó el Atlético de Madrid cantando en el vestuario. Y le cantan la canción de El Barrio a los que dudan, porque con el Cholo estos jugadores siempre van a competir. Los rojiblancos realizaron una interpretación perfecta de lo que requería un encuentro ante el conjunto de Berrizo. En un primer tiempo agazapados por momentos y entrando innecesariamente en el intercambio de golpes, el Atlético supo corregir replegando líneas y esperando el desgaste de los célticos.

Así ocurrió en el segudo tiempo invitando al rival a seguirle, cambiando el ritmo del partido. Tras el 4-4-2, Simeone puso ese 4-1-4-1 que tanto me gusta, aunque me duela ver a Griezmann en banda, liberando a Koke y Saúl, que empiezan a turnarse en la presión arriba, teniendo a Gabi de coche escoba. Así vino el primer gol: caída a la banda del Griezmann y Koke llegaba desde atrás ante la sorpresa de un confuso Wass.

Lo del francés es un escándalo. Tener a un megacrack como comodín no es habitual. Los crack suelen seguir jugando con libertad esperando su momento para cambiar el signo del partido. Griezmann cambia su posición en beneficio del equipo, cae a la banda para ayudar a Juanfran y variando el dibujo del Cholo. El francés es un comodín de diamantes. Es un figura que se pone el mono de trabajo para desde el esfuerzo cambiar un partido desde el sacrificio.

Volvió el Atletico del gran Cholo al igual que volverán equipos como Leganés y Alavés a enfrentarse a los rojiblancos. Esos 'Miniatléticos", que te regalan la manija esperando tu propuesta. Una asignatura que se le atragantó al equipo y que requerirá de argumentos más precisos y fluidos para romper esas murallas. Mientras tanto, los rojiblancos vuelven a Madrid al grito del Celu: "¡He vuelto!".