La última muralla sigue en pie

Un +32 podría ser la ventaja de Estados Unidos en cualquier partido, finales incluidas. Pero es la diferencia total de sus cuatro triunfos en cuatro Juegos consecutivos y en partidos de eliminatoria contra España. Dos finales, esta semifinal y aquellos cuartos de Atenas. 32 puntos de diferencia total, solo 8 de media… pero cuatro victorias. Y como esta Selección española se construyó sobre los escombros de lo que habían sido muros de complejos, queda el mal sabor de boca de haber competido pero no haber escalado esa última barrera: el Team USA.

Se trata en realidad, y es algo más que consuelo en la derrota, de una prueba de la grandeza de esta generación española que se agota, aunque ya es eterna, mientras EE UU sigue y sigue, un oleaje que nunca cesa. España volvió a estar cerca ahora que llegaba más justa. Y su rival volvió a imponerse aunque juega sin más de medio equipo de indiscutibles (LeBron, Curry, Leonard, Westbrook, Paul, Davis…). No fue su mejor batalla pero fue el testamento de más de una década de persecución inconclusa para esta España que hasta con eso se ha permitido soñar.