La estabilidad asegura medallas

Miguel Cardenal va a vivir sus segundos Juegos al frente del deporte. Ya es noticia, porque tampoco ha habido tantos presidentes del Consejo Superior de Deportes (CSD) que hayan estado en tantos. Los hubo incluso que no estuvieron en ninguno, casos de Fisas, Villar y Soler, debido a vaivenes ministeriales que en nada beneficiaron a nuestros deportistas. Ahora esa estabilidad la tienen por circunstancias bien distintas y en absoluto deseables, aunque en la dirección general del CSD sí ha habido cambios y no por razones precisamente deportivas. Villaverde se fue porque la política le llamaba por otros rumbos, Ana Muñoz chocó con Cardenal y ahora Graefenhain ocupa el cargo con carácter más que provisional tras llevar un año en él.

Mayor estabilidad tiene el COE, en cuya presidencia Alejandro Blanco lleva 11 años. Las Mireia, Carolina y compañía, han podido preparar los Juegos sin cambios en las estructuras que les pudiesen afectar. Cardenal ha afrontado los problemas con bonhomía, y cuantos están en Río pocos motivos de queja han de tener en lo que respecta a su preparación. Siempre podrá considerarse insuficiente; de hecho Cardenal les agradece haber sido capaces de hacer “más con menos”, pero en España no nos faltan medios para realizar una puesta a punto al más alto nivel. Por algo rivales directos eligen nuestros centros de alto rendimiento para entrenarse. Algo se ha hecho bien aquí y ahora vendrán las medallas. Para Cardenal, 17. No estará mal.