Al fútbol femenino sólo le falta el Madrid

La final que nuestras chicas perdieron ayer en categoría Sub-19 era la tercera consecutiva que jugaban, la cuarta en cinco años. Y hay notables éxitos también en la Sub-17, que de diez Europeos disputados ha ganado tres, ha sido tres veces segunda y una vez tercera. Eso de por sí ya refleja un nivel, construido a base de la voluntad y la afición de tres generaciones de chicas que han venido cumpliendo con su afición, con casi todo en contra. El casi se debe a las pocas personas que han venido impulsando el fútbol femenino durante todos estos años, ya sea en clubes, ya en la Federación.

Por fortuna, el panorama se les empieza a aclarar. LaLiga aporta dos millones, en virtud del último contrato de televisión, que van vía Federación, pero como subvención finalista, y crea una Asociación de Clubes de fútbol femenino, que tutelará. También ha aparecido el patrocinio de Iberdrola, otros dos millones, una cuarta parte para las selecciones y tres cuartas partes para los clubes. La AFE ha abierto un espacio a la representación del fútbol femenino. Y hasta el seleccionador absoluto ya no es aquel trasnochado Quereda, recaudador de votos para el villarato, sino un tipo capaz.

Bien mirado, al fútbol femenino español lo único que le falta es el Real Madrid. Los demás grandes clubes están enrolados en la causa, cada vez con más entusiasmo. Florentino sigue cruzado en este asunto, que le costaría bien poco. Con una tontería como la de Lucas Silva se pagan, a precio de hoy, quince temporadas de equipo femenino. Me cuentan que uno de sus coroneles tiene una hija que juega realmente bien y lucha para convencerle. ¡No va a tener que jugar la hija de un notable del Madrid en el Atleti! Quién sabe si por ese camino... Si el Madrid creara su equipo el empujón sería definitivo.