Una canallada a Lydia Valentín
Lydia Valentín va a llegar a Río convertida en campeona olímpica de halterofilia. Si no oficialmente, sí de manera virtual tras la descalificación de las tres rivales que la precedieron en los Juegos de Londres 2012. Ahora se abre un largo proceso, que deberá culminar en su proclamación como campeona. De hecho, aún no ha recibido la medalla de bronce tras conocerse el pasado mes de junio el positivo de quien fuera la campeona. Ahora se ha sabido que las dos siguientes clasificadas también dieron positivo, con lo cual Lydia Valentín pasará a ser primera. Sobre ella no cabe ninguna sospecha. La Federación Internacional de Halterofilia ha dado a conocer los positivos que hubo en Londres tras reanalizar las muestras, y la de Lydia está limpia.
El daño que se ha hecho a quien va a ser la deportista más laureada del Bierzo es irreparable. Ya puede recibir la medalla con todo honor y parabienes, que ese momento de gloria de subir al podio olímpico, escuchar el himno, cerrar los ojos y saber que todo un país se siente orgulloso de lo que acabas de hacer no llegará jamás. Le pasó a Manolo Martínez con su medalla de bronce en lanzamiento de peso de los Juegos de Atenas 2004, concedida con efecto retroactivo ¡nueve años después! ¿Quién compensa al deportista la privación del instante más soñado? Imagínense: ser campeona olímpica y no haber podido celebrarlo. No hay resarcimiento posible. Sólo cabe la calificación de canallada lo que hicieron a Lydia sus rivales.