La mentira del dopaje, una cuestión política
El dopaje ha existido, existe y existirá siempre. Los constantes avances tecnológicos y científicos hacen que cada día salgan nuevos métodos y sustancias que aumentan el rendimiento deportivo. Desde los años ochenta vengo luchando contra el dopaje de una manera u otra. He participado en cursos, simposium y charlas, tanto de organismos federativos como del propio Consejo Superior de Deportes, habiendo pertenecido en ocasiones a algún comité antidopaje. He colaborado en la creación de la Agencia Estatal Antidopaje y he participado en un sin fin de controles antidopaje, tanto a nivel nacional como internacional. Es decir, que mi experiencia es grande en esta materia.
Y sin embargo, desde hace más de una década vengo escribiendo y diciendo a todo aquel que quiere escucharme que la lucha contra el dopaje es mentira. Que todo es una cuestión política. Es vergonzosa la enorme cantidad de millones de euros que se gastan al año en materia de dopaje. Hay una auténtica industria detrás de los controles antidopaje. Los mejores laboratorios del mundo no son para curar las enfermedades, sino para el suculento negocio del dopaje. Si el dinero que se gasta en esta materia se dedicara a erradicar las enfermedades del tercer mundo, haríamos un gran favor a la humanidad.
Pero no, no interesa a nadie que esto cambie. La gran mayoría de los que se ‘eternizan’ en los puestos de responsabilidad en el tema del dopaje quieren que todo siga igual. He participado en congresos, donde al manifestar mi opinión sobre un positivo clamoroso de un atleta he sido increpado y criticado por algún presidente aplaudido por sus palmeros de turno.
El tema actual de Rusia viene a confirmar una vez más, cuanto digo. El dopaje existirá siempre y la lucha contra el mismo es una falsedad, una mentira, una cuestión política y a la vez un modus vivendi de determinados responsables del deporte. Que el COI escuche, lea y no eche balones fuera, para que todos veamos que hay diferencias con la FIFA y la UEFA.