Pogba, el ritual del galáctico o el poderío del Manchester
A dos bandas. Más allá del césped, uno de los grandes éxitos de Zidane como técnico es el manejo del entorno. En la sala de Prensa ha aprendido lo mejor de Ancelotti y de Del Bosque. A cualquier pregunta, por incómoda que parezca, pone una sonrisa, primero, y una respuesta coherente después. Cuando se le preguntó por Pogba podría haber recurrido al tópico de que no hablaba de jugadores de otros clubes. Prefirió confesar, sin tapujos, que le gustaba, aunque era jugador de la Juve. Una declaración de intenciones. El genio, pidiendo un deseo.
Todo blanco. Ver a Pogba en su cuenta de Instagram, de punta en blanco, parece un guiño en toda la regla al Real Madrid, casi a la altura de la respuesta en una servilleta que le dio Zidane a Florentino en su día. Sin embargo, llama la atención que en Italia se filtre en paralelo, con pelos y señales, la desorbitada oferta del Manchester de 125 millones de euros y un contrato por cinco temporadas, a razón de 12 millones por cada una de ellas para el centrocampista francés, con visos de cerrarse en breve.
Mucho más que Mourinho. El alcance que tiene el United en el mercado anglosajón es demoledor. Según un análisis de Total Sportek, después de Messi y de Cristiano Ronaldo, los jugadores que más camisetas del mundo venden son Anthony Martial, Schweinsteiger, Hazard y Rooney, o sea tres del United. Incluso por delante de Neymar y Bale. Eso, con unos resultados deportivos lamentables y fuera de la Champions. Con Mourinho como principal foco de atención y los fichajes de Ibra y Mkhitaryan, Pogba podría sacarse la espina de la indiferencia de Ferguson, para ser la piedra en la que se pretende asentar la regeneración del poderío del United. La cuestión es si el Madrid es el fin o el medio para cerrar el fichaje más caro de la historia del fútbol.
James, Isco y la desconfianza. El colombiano es un extraordinario futbolista. Ya lo demostró en su primera temporada en el Real Madrid. Sin embargo, buscando el equilibrio con Casemiro. Zidane duda de su compromiso cuando no juega. James piensa que es imposible recuperar su mejor versión, sin la confianza del entrenador. Un caso idéntico al de Isco, que se quedó incluso fuera del tren de la Eurocopa. Con Pogba o sin él, alguno de los dos tendrá que salir. Seguirán un camino parecido al de Özil o Di María.