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Portugal se llevó la Eurocopa en la que las orquestas ganaron a los cantautores

Como quedó demostrado en la final, esta Eurocopa fue más un premio al colectivo que a las individualidades. Ganó la orquesta a los cantautores. El punnto de inflexión para la campeona fue el partido ante Croacia. Antes, en la liguilla con tres empates y clasificándose en la foto finish, los portugueses fueron el equipo de los jugadores, con partidos de ida y vuelta, donde reinaba la anarquía. El pase a cuartos con el gol de Quaresma en el último suspiro de la prórroga, aprovechándose de una contra ante la valentía de los croatas fue el triunfo de Fernando Santos. Aquel fue el puñetazo en la mesa que necesitaba el míster para que sus chicos creyesen que ese era el camino. Arropados y esperando su oportunidad se convirtieron en el equipo del entrenador. 

Una Portugal que empezó dubitativa y confusa la final con el 1-4-1-3-2 con un William Carvalho desbordado por los costados sin poder dar a basto con los movimientos por dentro de Griezman, Payet y Sissoko. Pero por las cosas que tiene nuestro maravilloso deporte cuando llegó la lesión de Cristiano, curiosidades de la vida, los dos porteros respiraron. Lloris se quitaba de encima a la gran amenaza y, con la entrada de Quaresma, Ruiz Patricio también vivió más cómodo porque a Wiliam Carvalho lo escoltaron Renato (antes desaprovechado por fuera) y Adrien Silva, dejando solo a Nani arriba y dos por fuera. Entonces fue cuando de nuevo vimos al equipo de Fernando Santos, con su kit de supervivencia luchando como titanes teniendo más opciones de ganar que al comienzo del partido.

Meritoria la victoria del equipo de Fernando Santos ante una Francia que para mí mereció la victoria a los puntos. La final fue un nuevo ejemplo de lo que reinó en esta Eurocopa. La orquesta se impuso a los tenores. Los mejores de la final fueron Pepe y Sissoko. Y de la Eurocopa me quedo con Griezmann capaz de aunar el trabajo y el talento. Tremendamente cruel ha sido el fútbol con él poco más de un más que ha estado dos veces a centímetros de la gloria después de tantísimos kilómetros recorridos. Los postes y el larguero se cebaron con un futbolista que llegó a la Eurocopa como figura y salió como crack. También es destacable el liderazgo de Bale, mucho más extrovertido con su Gales que en el Madrid y demostrando que puede llevar la voz cantante en los blancos si deja la timidez en casa. Cristiano, al margen de la mala fortuna de su lesión en la final, evidenció que después de jugar todos los partidos de su equipo sin dosificarse en toda la temporada y según va sumando años es muy difícil que llegue a tope a una fase final de Mundial o Eurocopa. Extraordinaria fue la Alemania de Low. Un equipo versátil y un mister camaleónico que sin perder la esencia de llevar el protagonismo desde su portería dejó patente su sello ante Italia y Francia cambiando de registros buscando la victoria. Lástima que Schweinsteiger y Boateng jugasen a otra cosa. Se bajó el telón a la Eurocopa en el que el que las orquestas superaron a los solistas. El grupo estuvo por encima de las individualidades recordando que el fútbol es eso: un deporte de equipo en el que si todos se unen es más fácil ganar.