Alemania-Italia, una gran rivalidad en cinco partidos memorables

Estadio Azteca, 1970. La prórroga de la historia, que al final le costó muy cara a una Italia que ganó un partido increíble. Valcareggi dirigía a una Italia con la duda eterna entre Rivera y Mazzola. Aguantó el 1-0 hasta que en el último instante empató Schnellinger y a partir de ahí la locura. Cuando el mítico narrador Nando Martellini dijo aquello de “partido maravilloso, amigos italianos” con el 4-3 de Rivera cerró tal vez el mejor partido de la historia de los Mundiales.

Estadio Bernabéu, 1982. Fue la noche de Bearzot y su pipa, de Sandro Pertini y sus saltos en el palco junto al Rey Don Juan Carlos y, sobre todo, de la mítica celebración de Tardelli. El gol mejor cantado de la historia, aquel 2-0 con el que Italia dejaba la final casi sentenciada. Muchos recuerdan aquella Italia como un equipo ultradefensivo. No es cierto, ahí estaban Antognoni, Conti o Rossi para demostrarlo. Poco pudieron hacer los alemanes, Italia levantó el Mundial de España.

Stuttgart, 1988. La Alemania de Beckenbauer como seleccionador se armaba para ganar dos años después precisamente en Italia, pero se estrelló en su Eurocopa en 1988 y todo empezó con un empate ante Italia. Milán e Inter copaban la defensa, con el gran Franco Baresi como abanderado. Y en punta el magnífico Mancini, más un mediocampo con Giannini y Ancelotti. Otra gran Italia, que no sucumbió y arrancó un empate con gol del propio Mancini.

Dortmund, 2006. Un partido para enterrar las teorías del catenaccio. Italia destrozó a Alemania en su Mundial en una semifinal épica, una prórroga en la que los italianos acabaron con Totti, Gilardino, Del Piero, Iaquinta y Pirlo. Y dos minutos finales épicos con el golazo de Grosso y el segundo de Del Piero que apuntilló a los alemanes. Fue la consagración de Lippi. Días más tarde Italia levantaría la Copa del Mundo en Berlín.

Varsovia, 2012. La noche de Balotelli, el genio incomprendido y que atenta a menudo contra sí mismo. La Italia de Prandelli batió a la gran favorita con la enésima exhibición de Pirlo, y con Marchisio, De Rossi y Cassano junto al propio Balotelli. Llegaba Alemania como favorita, pero Italia presionó muy bien sin balón y acertó con un Balotelli espléndido. Dos goles que casi ni cantó, muy propio del italiano. Pero dos goles para la historia.