Siempre protagonista en Colombia

La magnífica vista del downtown de Chicago desde el hotel, los miles de personas que corean su nombre en los estadios, la camaradería con los amigos, el respeto del míster. James sonríe porque, aunque fue una clasificación luchada, Colombia ya está en las semifinales de la Copa América Centenario. La selección en su lugar en el mundo y él responde llevando la cinta de capitán, marcando un penal definitivo, llorando de emoción mientras agarra el escudo con furia. “El título es el sueño que todos tenemos”, asegura. Todo un alivio para el 10.

Viene de un año difícil en el Madrid del que habla poco, pero siempre con respeto. Sin indirectas reconoce la grandeza del club blanco. El futuro debe inquietarle. No sólo se trata de las cortas vacaciones que tendría si quiere iniciar la pretemporada a tiempo. James disfruta competir, pedir la pelota cuando las cosas se complican, ser protagonista en el campo, responder a la tribuna con las palmas en alto. Cuando se lesionó al inicio de la Copa, Pékerman lo resumió bien: “James siempre quiere jugar”. Sin duda, el banquillo es su peor pesadilla.