La tercera parte

Para desearle suerte a Vicente del Bosque

Un caballero del fútbol que arrostró tormentas.

Juan Cruz
Actualizado a

Es probable que cuando acabe el último partido que le corresponde a España en esta Eurocopa, se diga que acaba un ciclo del fútbol español. Y se dirá bien. Es el ciclo que inició Luis Aragonés y que culmina ahora Vicente del Bosque. En este periodo, España ha dado una lección de fútbol asociación: auxiliados por los Xavi y Xabi, por Iniesta y por tantos otros inolvidables maestros del centro del campo, la Selección que ahora dirige el salmantino le explicó al mundo que el denostado tiqui-taca no sólo tenía porvenir sino presente.

El trayecto de Vicente del Bosque ha sido admirable. Provenía de una desconsideración histórica que a él lo abrumó sentimentalmente pero de la que se resarció con la dignidad que aprendió de sus padres. Siempre habló en primera persona del plural, nunca abrazó la tentación malsana de entrenadores y futbolistas que hablan de sí mismos como si fueran la última Coca-Cola del desierto. Esa enseñanza moral de respeto a sí mismo y de consideración a los otros se ha trasladado al vestuario nacional para resolver inquinas manejadas arteramente por los defensores del fútbol como manera de meterle el dedo en el ojo al adversario.

Noticias relacionadas

Admiraciones morales aparte, lo que también resulta extraordinario en Vicente del Bosque es su manera de afrontar las herencias. Él no dibujó una frontera entre Luis Aragonés y la actual etapa; además, ha cerrado nítidamente su propio tiempo en la Selección: se va después de esta Eurocopa. Pero su gestión de lo que hicieron antes que él ha sido propia de un caballero del fútbol que ha arrostrado tormentas y las ha resuelto sin que se le frunza el ceño más de la cuenta.

Por todas esa razones, no sólo hay que desearle suerte al fútbol español en esta Eurocopa. Hay que desearle suerte, y por tanto justicia, al hombre que ha estado al frente de la Selección en esta fructífera etapa. El fútbol es un deporte que exige gestión de equipo. Para hacerlo es imprescindible la nobleza integradora de un líder tranquilo. Vicente del Bosque es ese líder tranquilo que ha tenido el fútbol representativo en paz.

Te recomendamos en Opinión

Productos recomendados