La colosal victoria de Garbiñe
Garbiñe Muguruza se ha coronado campeona de Roland Garros. Ha resultado ser una victoria tremenda. Diríase que colosal, conseguida ante quien está cerca de convertirse en la mejor jugadora de todos los tiempos. Ésta no es otra que Serena Williams, capaz de sacar a 196 kilómetros por hora, de ganar el 79% de los puntos bajo su servicio en tres golpes o menos, y a la que vencer en una final de un torneo de Grand Slam es dificilísimo. De hecho, sólo cuatro mujeres lo han conseguido. Una de ellas, Garbiñe. Las otras fueron Kerber, este año en Australia, Stosur en el US Open de 2011 y Venus, hermana de Serena, en 2008 en Wimbledon y en 2001 en el US Open. Todas las demás finales de Grand Slam disputadas por Serena las ha ganado. Han sido 21.
Serena lleva un tiempo cuyo objetivo es ser la tenista con más Grand Slam, y lo hubiera conseguido, empatada con Steffi Graf, de no haber sido por Garbiñe. Serena seguirá con sus seis Abiertos de Australia, sus seis Wimbledon, sus seis US Open y sus tres Roland Garros. Tan impresionante palmarés permite hacerse una idea de la talla de la rival a la que se enfrentó, y ganó, Garbiñe. Ganó, además, bien. Y lo más difícil, sin que se le encogiera el brazo cuando llegaron los puntos decisivos. El partido nos deja la sensación de una jugadora de potencia descomunal que comienza a dar el relevo a otra de juego más dúctil y variado. Garbiñe ya está aquí. Con las más grandes del tenis y del deporte español. Una campeona más. Mujer, por supuesto.