La Undécima y el peligro de confiar en un modelo sin director deportivo

Agónica. Objetivo cumplido. La Undécima ya está en casa. Descansa en las vitrinas del museo del Bernabéu junto a las otras diez. Todas juntas hacen del Madrid el mejor club del mundo. La Undécima pasará a la historia por ser una de las más agónicas y sufridas, aún tenemos en la cabeza la remontada ante el Wolfsburgo o los penaltis de la final. Y, como decía Valdano, se ganó “a pesar del cambio” de entrenador y no “por el cambio” de entrenador.

Zidane. Con esta afirmación nadie intenta restarle mérito al entrenador francés. Todo lo contrario. Lo tiene y mucho. Y más estableciendo una comparativa entre sus números y los de su predecesor, Rafa Benítez. La afirmación se refiere, en todo caso, a la necesidad que hubo de enmendar un error a mitad de temporada, nada más y nada menos que la elección del capitán del barco, las manos a las que se había confiado el proyecto. ¿Se recurrió a Zidane pensando en que era la solución definitiva? Poco importa ahora contestar a esa pregunta, porque la Undécima está en casa... Zidane se ha ganado el derecho a seguir.

Director deportivo. Dos Champions en tres años (que deja pequeño el detalle de que se ha ganado una Liga de ocho) han afianzado a Florentino en su idea de que no hace falta un director deportivo en el Madrid. Pero hace más falta que nunca. Zidane lo sabe, y lo ha pedido. Porque no vuelve la cara al hecho de que la entidad tendrá que montar un equipo para las próximas dos temporadas. Al Atlético le sucederá igual. Podrán fichar este verano, pero no en las dos siguientes ventanas del mercado.

Altas y bajas. Si el Madrid habla con Lewandowski imaginamos que también pretende dar salida a uno de los miembros de la BBC (y Cristiano y Bale son intocables). Isco y James no tienen el perfil de jugadores a los que guste estar en el banquillo, menos aún el colombiano, inédito en la gran final de Milán. Habrá que ser inteligente para dar salida a alguno de ellos y para buscar sustitutos. Hay que fichar otro Casemiro. Quizá otro lateral izquierdo. Ver si hay centrales suficientes para jugar dos temporadas con ellos. El lío de la portería... Se avecina un verano movido en el Madrid, el flamante campeón de Europa, el mejor club del mundo en el que las aguas nunca se calman...