El Sevilla se quedó sin su Matrícula

Decía Emery en la previa que el Sevilla no llegaba con los deberes hechos al Calderón, porque ningún jugador ni nadie de su cuerpo técnico podría decir cuándo volverían los de Nervión a una final. Cierto, pero tras la victoria en Basilea ante el Liverpool el Sevilla ya le puso una nota de sobresaliente a su temporada. De hecho, al Sevilla se le puede asemejar al estudiante que, a pesar de tener dicho sobresaliente, acude a un examen a subir nota para lograr la Matrícula de Honor y pegarse la fiesta de su vida durante las vacaciones.

Pero al estudiante le faltó tiempo. No porque dejara los deberes hasta última hora, sino porque desde las 22:30, del miércoles cuando acabó la final de la Europa League y las 21:30 de ayer las horas fueron las que fueron. Y las piernas, tras 62 partidos, estaban como estaban. Si algo le sobró al Sevilla fueron ganas y dignidad, pero eso pocas veces es suficiente cuando se tiene delante a todo un Barcelona con, por si fuera poco, una semana de descanso y desconexión. La afición sevillista agradeció el esfuerzo de los suyos y esta noche festejará reunida en el Sánchez Pizjuán el pentacampeonato de la Europa League. Un curso con nota de sobresaliente, otro más, para el Sevilla. Las cuentas pendientes siguen abiertas con el Barcelona.