Valverde tiene claro este Giro
A la chita callando, Valverde ya es tercero en el Giro. Queda mucho. Una barbaridad. La mitad. ¡Pero qué mitad! Nada menos que los Dolomitas y los Alpes por delante. Con llegadas en alto, además. Y una cronoescalada. Pero también van quedando menos rivales. Landa es uno de ellos. Por un infortunio, pero eso forma parte intrínseca del ciclismo. Si no se tiene la salud al 100%, difícil soportar los esfuerzos que exige seguir el ritmo del pelotón. Un pelotón, por otra parte, lleno de lobos. En cuanto alguien advierte que uno de los rivales anda mal de fuerzas, la marcha se aviva para descolgarle. El ciclismo es así de implacable. Landa acabó retirándose, y Valverde se consolidó en la tercera posición. Al frente del grupo de favoritos.
Todavía quedan muchos, pero ahora mismo lo importante es seguir entre ellos. Ya quisieran verse ahí, no digo ya el propio Landa, sino Urán, Hesjedal o Henao. Los dos primeros, a más de dos minutos de Valverde; el tercero, a más de diez. La ventaja de Valverde es que a sus 36 años ya no se plantea grandes hazañas. Ganar el Giro lo sería, por supuesto, y no va a renunciar a ello, pero sus objetivos son más asequibles. Subir al podio, por ejemplo. Tiene a Nibali, a Majka, a Zakarin y a Chaves pisándole los talones. Seguramente entre ellos estará el ganador, pero más de uno va a caer en la lucha. Será el momento que espere Valverde para garantizarse el podio de la gran vuelta que falta en la colección de un gran ciclista. Se lo merece.