Pellizco de monja de Tebas al Sevilla
El sevillismo está que trina contra Javier Tebas por los horarios del fin de semana. Es muy vieja costumbre que ante final europea el miércoles inminente, el partido del finalista se adelante al viernes. Sin embargo, esta vez no se ha hecho así. El Athletic-Sevilla se jugará el sábado, en simultaneidad obligada con el Atlético-Celta. El viernes va el Valencia-Real Sociedad. El Sevilla hubiera querido jugar ese día, con uno más de descanso. Como ha de jugarse junto al del Manzanares, se podrían haber adelantado los dos. Ningún problema. Para la final Madrid-Valencia se adelantaron hasta nueve al viernes.
Pero Tebas se niega. ¿Por qué? En sus palabras sobre el caso se detecta el enfado con la alineación del Sevilla ante el Granada. Ya están descansando, viene a decir. El Sevilla, que venía de jugar el jueves, sacó un equipo de reservas y filiales al que el Granada goleó. Y se salvó, metiendo en problemas a Rayo, Sporting y Getafe. Algo parecido, aunque no tanto, hizo el Villarreal, con el resultado de que le ganó el Depor, que también escapó de apuros por eso. Y algo parecido hacen muchos clubes con frecuencia en casos así. Establecen prioridades y debilitan el equipo dando ventaja al rival del día.
Lo del Sevilla llegó al exceso, según Tebas. Pero si se habla con el Sevilla argumentan que no están ante una, sino ante dos finales seguidas, que van a ser sus partidos 62 y 63 del curso, al cabo de los cuales habrán jugado más que ningún otro equipo español. De ahí que todo descanso sea poco. Pero Tebas ha sido inflexible en esto y no esconde que negarle al Sevilla el viernes es como una forma de amonestación por la alineación del domingo. Mal hecho, a mi juicio. Son cosas separables. En fin, un berrinche en vísperas de días grandes para una afición que echa cuentas para ver si le alcanza para ir a las dos finales.