El cholismo se globaliza

Unanimidad. El fenómeno Simeone ha traspasado nuestras fronteras. La irrupción del Atlético en el duopolio Madrid-Barcelona ha pasado de ser un caso pintoresco a convertirse en una realidad de alcance mundial. Los medios de otros países hablan de las virtudes que han llevado al cholismo a plantar cara a los dos todopoderosos de la liga española y a instalarse por derecho propio en la élite europea. El Cholo ha registrado su marca y el mundo del fútbol reconoce y valora su estilo: intensidad, trabajo, solidaridad y, sobre todo, defensa. El la Premier lo ven como el líder apropiado para reconducir la deriva de algún club grande. En Italia lo tienen por un revolucionario contra el tiqui-taca que ha dominado este inicio de siglo, como una especie de inventor del Catenaccio 2.0, capaz de devolver a lo más alto ese concepto del juego. Pero también hay críticos, temerosos de que el triunfo de Simeone suponga una involución que ponga de moda los hábitos ultradefensivos de otros tiempos. El miércoles en Múnich se decide algo más que una semifinal de Champions, se enfrentan dos conceptos del juego, dos maneras de entender el fútbol. Si el Atleti se mete en la final será un palo tremendo para el guardiolismo militante, eliminado tres años seguidos por equipos españoles, y supondrá la consagración definitiva del cholismo como alternativa a los súper equipos llenos de estrellas en sus delanteras.

El City, inferior. Jugando sin sus dos delanteros titulares, el Madrid abusó de los de Pellegrini en la segunda mitad del Etihad. Qué impotencia debieron sentir los aficionados azules al ver a su equipo incapaz de meterle mano a un rival tan disminuido. Por otra parte, el hecho de no jugar con la BBC equilibró de nuevo al equipo de Zidane, con un Lucas Vázquez incansable, aporreando la puerta de la titularidad y dignificando a los canteranos. James e Isco van camino de convertirse en dos jarrones chinos para el despacho del presidente y parece que nadie va a osar decirle a Zizú si éste o el otro tienen que jugar más. ¿Será que Zidane es un valiente o la leyenda del presidente alineador era ciencia ficción?

Los líos médicos. El Madrid lleva haciendo el ridículo bastante tiempo con los temas de la enfermería. La lesión de Cristiano ha vuelto a poner de manifiesto la mala gestión que se hace de estos asuntos: ocultismo, improvisación, desinformación, desacuerdo… La nefasta comunicación del club en la materia hace aún más visible el guirigay que hay montado con el servicio médico. Cristiano haciéndose pruebas por su cuenta, Benzema tratándose con un fisioterapeuta despedido hace meses por el club, desconfianza generalizada del vestuario con el matasanos jefe. Cuentan que Ramos llegó una vez a coger de la pechera al doctor Del Olmo y que, varias veces, los capitanes han ido a quejarse al director general José Ángel Sánchez, pero el club hasta ahora ha visto ese comportamiento caprichoso, propio de chiquillos endiosados. Al final, ganarán los jugadores.