Cristiano y el club de los 100
El dato es demoledor. El Real Madrid lleva siete temporadas seguidas superando los 100 goles porque tiene a un depredador en su bando. Conviene poner en perspectiva la impresionante contribución de Cristiano a la producción goleadora de su equipo, ahora más que nunca. Cuesta olvidar que, a principios de este ejercicio, alguien debió pensar que había que darle los galones a Bale y forzar una transición en el orden jerárquico de la plantilla blanca. Inequívoco fue el gesto de Benítez de visitarle en el hotel de su selección en Cardiff. Seguramente, Cristiano nunca perdonó aquella afrenta y aquellas respuestas dubitativas sobre quién era el mejor jugador del mundo. Ahora ya negocian su renovación. Es imposible saber si el Madrid acabará esta temporada con un doblete, un título o ninguno, pero es indiscutible que Cristiano mutó la deriva deportiva del equipo con su gol en el Camp Nou, que sumió al Barcelona en un mar de dudas para reabrir la Liga.
También el portugués fue el goleador de leyenda en la remontada ante el Wolfsburgo. Si no tuviese ese afán por jugarlo todo y esa voracidad galopante no sería Cristiano, porque compite contra los rivales y contra sí mismo. No sería justo cebarse con Bale por sacar a pasear los palos de golf. Bastante palo le dio anoche su capitán Sergio Ramos, en Cope, recordando que, a estas alturas, hay que estar centrados en el fútbol al ciento por ciento. Todavía le queda mucho por embocar al galés para aspirar a ser Cristiano Ronaldo.