La exagerada celebración del Camp Nou tenía su razón de ser
Lo que el ojo no ve. Buena parte de la intrahistoria de lo que ocurrió el pasado sábado en el Camp Nou tenía su razón de ser en el partido del 0-4 en el Santiago Bernabéu. Donde no alcanzan las cámaras, resuenan los gritos de los jugadores del Barcelona en las escaleras de acceso al césped del Santiago Bernabéu, recordando su hegemonía y tocando la moral del acérrimo rival. Ganar en el Camp Nou, más allá del evidente subidón de moral, tenía que ver con devolver, no sólo la goleada, sino aquella afrenta del partido que se juega cuando el árbitro ya ha pitado el final. Así se explica la famosa foto del vestuario del Madrid, festejando una victoria como si fuese un título, o la escena, mostrada por el club, del abrazo de Cristiano y Sergio Ramos con Zidane al llegar al vestuario. Era su manera de devolver el golpe.
Zidane, con traje de entrenador. Llegó con su apariencia de leyenda y con su impostado traje de bombero para apagar todos los fuegos que su presidente había azuzado, pero ahora ya no cabe duda de que hay un técnico en el banquillo. En el Clásico tuvo un plan y le salió como esperaba. Cierto es que el equivocado cambio de Rakitic por Arda le permitió ganar el centro del campo, pero el Madrid del Camp Nou fue lo que quiso Zidane y eso habla de credibilidad y predicamento ante la plantilla. Fuera del campo, su presencia es impecable y su discurso suena a sincero. Convencía por sus palabras y empieza a convencer por sus hechos. No habría que medirle por lo que pase en la Champions. Lo suyo sería garantizar su continuidad acabe la temporada como acabe. Zidane merece ser un proyecto, no una coyuntura, aunque no haya títulos.
Isco y James, para la Liga. Zizou sigue sintiendo como futbolista. Se le notó ayer cuando tuvo que contestar a la pregunta sobre la suplencia de Isco y James, seguramente el modelo de jugador con el que más se identifica el técnico francés. Dejó caer que van a tener minutos y sonó a que van a ser protagonistas en los partidos de Liga que quedan por disputarse. El once tipo para los encuentros determinantes, salvo lesiones y sanciones, parece ya decidido con Casemiro, Kroos, Modric y la BBC.
El excelente momento de Bale. Le solemos poner cara de protagonista principal a los que marcan los goles, pero es de justicia reconocer que Gareth Bale fue el mejor de la BBC en el Camp Nou. Resulta circunstancial que por un error arbitral su gol no haya subido al marcador, pero su solidaridad, su recorrido y, sobre todo, su presencia en el partido estuvo por encima de la de sus compañeros de ataque.