Empezó el partido brusco y con muchas faltas para Hernández Hernández. Eso le obligó a sacar tarjetas que, de alguna forma, le pusieron el listón muy alto para el resto del partido. También le obligó a seguir en esa línea que siempre es peligrosa. Más aún en un Clásico. En el minuto 9 no hubo fuera de juego de Luis Suárez cuando Bravo sacó de puerta. Ramos protestó y vio una tarjeta justa. Es una norma que debían saber los jugadores del Madrid. En el 17’ Carvajal fue bien amonestado por dos entradas seguidas en falta. En el 26’ hubo otra amarilla a Luis Suárez por un manotazo en la cara a Pepe. En el 28’ otra más por falta clara de Mascherano a Bale... Esas fueron las amonestaciones de la primera mitad, en la que hubo una jugada muy difícil de ver. Fue en el minuto 23. Sergio Ramos le metió la pierna a Messi, que iba en carrera. Le derribó sin llegar a tocar el balón, pero sí es verdad que el contacto se produjo fuera del área. Debió de sacarle la segunda a Ramos.

Nada más empezar la segunda mitad, en el 47’, Ramos agarró del hombro a Luis Suárez. También pudo ver la segunda amarilla por eso. En el 50’ existió un manotazo de Ramos a Alves en la cara. Fue intencionado, otra amarilla que se fue al limbo. Pero el defensa del Madrid fue finalmente expulsado en el 83’ después de estar andando todo el partido por el alambre. Vio la segunda tarjeta por una acción con Luis Suárez. Y fue justa... Entrada por detrás.

En el minuto 80 sucedió otra de las jugadas polémicas del partido. Hernández Hernández anuló un gol legal a Bale. A mi entender fue un tanto legal, ya que el galés le ganó la acción en el salto a Jordi Alba sin hacer falta. El colegiado interpretó que se había apoyado en los hombros y por eso el colegiado lo anuló mal.

Por último, en el 87’ debió expulsar a Pepe por una dura entrada a Luis Suárez. Le metió el codo cuando el juego estaba parado. Era una cuenta pendiente del portugués...