Un Clásico desde la memoria de Cruyff
Cruyff en la memoria, Cruyff en el tifo de la grada, Cruyff en el pecho de los jugadores del Barça. Cruyff en el Clásico, en suma. Cruyff pegó su gran trueno en España cuando condujo al Barça a una victoria por 0-5 en el Bernabéu. Como entrenador se apuntó un 5-0 en el Camp Nou, cuando aquella cola de vaca de Romario a Alkorta, pero sufrió el mismo resultado en sus carnes el curso siguiente, con Valdano en el banquillo del Madrid y un desatado Zamorano. Luis Enrique jugó en el Madrid las dos ocasiones. Hoy, los barcelonistas reclaman a los suyos un gran partido, en homenaje a Cruyff.
El Madrid llega a diez puntos, no tiene ya nada que decir en la Liga, pero el Barça necesita ganar este partido, como lo necesita el Madrid. Hay algo extraordinario de unos años acá en estos Clásicos, que convocan a todo el planeta ante el televisor. Las aficiones se dividen en cualquier parte, casi exactamente al cincuenta por ciento, y no es cosa de defraudar a media Humanidad y regalarle una victoria moral al otro. Luis Enrique y Zidane cuentan con todos los mejores, lo que en el caso del Barça asegura la alineación de gala, pero, ¿y en el Madrid? ¿Incurrirá Zidane en el error de Benítez en la primera vuelta?
Hasta Cruyff se protegía cuando jugaba en el Bernabéu. Allí traicionó alguna vez sus postulados, blindándose, contra su costumbre, así que no creo que Zidane tenga demasiados reparos en poner para este partido a Casemiro como fogonero en la media. Con cuatro defensas y seis violines puede pasar lo que le pasó a Benítez, que el Barça te dé un repaso. Hoy sabremos cuál es, de verdad, la apuesta de Zidane de aquí al final. El Madrid se juega la credibilidad como el aspirante a la Champions que pretende ser. El Barça le debe un homenaje al genio holandés. No hay Liga en juego, pero será un gran partido.