El día en que cualquier debate futbolístico suena a vacío

Cuando nada parece tener importancia. Duele Bruselas, como dolió Madrid, Londres, París, Nueva York, Estambul o Tel Aviv.... Cualquier apunte deportivo se convierte en una broma, cuando la sinrazón vuelve a aparecer y el terror nos sacude con toda su crudeza. Pero nuestra victoria es seguir, por respeto a los inocentes que perdieron la vida, creyendo que la libertad es el camino correcto. Estamos en guerra y es necesario saberlo, pero no podemos permitir que nos quiten nuestra manera de sentir, de compartir, de respetar y de vivir. Ojalá el deporte, como tantas veces, como ayer sin ir más lejos en Cuba, sirva para unir, aunque sea un poco. 

Busquets no puede estar en entredicho.  Busquets es uno de los pilares de la Selección y seguramente la extensión más fidedigna de Vicente del Bosque sobre el terreno de juego. No es de los que se reserva, ni con un clásico a la vista. Aunque todos nos identifiquemos con el estilo de los ‘bajitos’ de España y su capacidad para generar un fútbol preciosista, a la vez que efectivo, el seleccionador tiene claro que  el triángulo en el que se debe sustentar el equipo nacional es el formado por Ramos, Piqué y Busquets, si queremos ser protagonistas en esa Eurocopa, que estará marcada desgraciadamente por las medidas de seguridad. 
 

La interesante pelea por el ‘9’. Del Bosque apostó demasiado fuerte por Diego Costa como para dejar de creer en él. Aduriz se ha ganado con unos hechos incontestables gozar de la oportunidad para demostrar que puede ser el killer de España, más allá de que su manera de entender el juego mezcla mejor con la propuesta de España que lo que propone el delantero de Chelsea, siempre necesitado de jugar con espacios. No sería inteligente sacar de la ecuación a Morata, el delantero de más futuro, a ojos del seleccionador. 

El debate instalado en la portería. Iker Casillas ya sabe que va a tener que convivir con el debate hasta que decida decir adiós al equipo nacional. De Gea está en un momento espectacular de forma y al cancerbero del Oporto se le mira más con ojos de sospechoso que de mito. Resulta paradójico que mientras Buffon enamora a Italia con sus hechos y sus palabras, a Iker le pongan la etiqueta de problema. Vivimos tan deprisa que muchos firmarían hoy por De Gea en la portería de España y Keylor en la del Real Madrid de aquí en adelante.