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A dónde irse y por qué

El otro día escuché de pasada una vieja frase: “Ese le va a durar al Atleti dos días”. El resabiado que soltó la sentencia se refería a Saúl Ñíguez, y recalcaba con ella su convencimiento de que un jugador de gran rendimiento está llamado a abandonar más pronto que tarde el club rojiblanco. ¿Pero esto va a seguir siendo así?

Con Simeone, el Atlético acumula logros que devuelven lustre a la entidad y aparecen en la mesa de negociación para complicar la toma de decisiones de los jugadores que más novias tienen en el mercado. Al futbolista que ahora destaca en el Manzanares le es bastante más difícil contestar a la doble pregunta interior. ¿A dónde marcharme? ¿Por qué marcharme?

Es evidente que si la motivación es solo económica, no hay nada que hacer. Pero las arcas atléticas sí dan para que sus jugadores importantes se sientan bien valorados, y no tiene por qué ser ese el motivo para abandonar un proyecto a la mitad. Así que ya sólo nos queda el apartado deportivo, y ese es el fuerte del Atlético actual.

El Kun Agüero, quizá la última estrella a la que realmente se le quedó pequeño el Manzanares, dijo que se fue para optar a todo. Él y el Cholo no coincidieron en el Atlético por medio año, y es paradójico comprobar que el palmarés y victorias de los rojiblancos desde entonces lucen bastante más que lo logrado por el Kun en el City.

Encima los precedentes recientes traen más dudas. Falcao no ha vuelto a ser el mismo, Filipe Luis fue el primero en comprobar que desde lejos es cuando uno valora mejor lo que se cuece a diario en Majadahonda. Diego Costa parece que es de su misma idea pero, contractualmente, tiene mucho más complicado volver a donde mejor le han entendido. Y Arda Turan, otro protagonista del ‘equipo de autor’ hecho por Simeone, decidió ser secundario de lujo en una superproducción de Hollywood tras prestar con nota sus servicios.

Koke, Oblak, Griezmann, Godín y ahora Giménez o Saúl están en las agendas de los todopoderosos. El Atlético no puede competir en las portadas con amenazantes ofertas a golpe de talonario ni puede fichar al entrenador mejor pagado del mundo. Pero cuando empieza el partido, los colchoneros sí que optan a todo. Y eso no tiene precio.

El sábado se veía al Kun pelear en un insulso empate a cero contra el Norwich, con su millonario equipo con dificultades para asegurar plaza en la próxima Champions. Y era inevitable recordar un escenario muy parecido hace cinco o seis años, él vestido de rojiblanco y rodeado de menos estrellas. Poco después Saúl abría el marcador ante el Deportivo y me surgió la pregunta: ¿A dónde va a ir este chaval que se pueda sentir así de importante y que goles como ese signifiquen tanto?