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No hubo cesión de Arbeloa

En un primer tiempo sin pena ni gloria para el almeriense Fernández Borbalán lo más destacado fue cómo manejó las tarjetas. La primera que sacó fue justa, a Casemiro. Y pudo sacarle una segunda en el 18’ por una entrada excesivamente fuerte a ras de suelo. Pero el árbitro se la perdonó. Además, en el gol de Ramos tras el saque de un córner, mientras el defensa cabeceaba a la red hubo un penalti claro por agarrón de la camiseta de Bigas a Pepe. Pero quedó en nada por el gol.

En la segunda mitad, en el 48’, Cristiano pidió mano de Bigas que no existió. El balón le dio entre la cabeza y el hombro. Sí hubo, en cambio, juego peligroso del madridista por levantar los tacos excesivamente. En el 54’ Isco estuvo bien amonestado por entrar con el codo por delante a Bigas. Y luego, en el rifirrafe que se formó, fueron amonestados Lemos y Ramos, que se enzarzaron entre ellos. Ramos vio la segunda en el minuto 90 al dejar la pierna a Momo. Le derribó y con esa amarilla cumplía ciclo. Puede que la provocara...

En el 55’ se reclamó expulsión de Willian José por pisar a Pepe. La acción, sinceramente, fue efectuada sin ninguna intención. En el 60’ se pidió también tarjeta roja a Pepe por un agarrón a Willian José, que le había sobrepasado y que se iba solo a portería. No existía ocasión manifiesta de gol y Ramos habría llegado al cruce. Bastaba con la amarilla y eso fue lo que enseñó.

La jugada más interesante se produjo en el minuto 76 cuando el árbitro, a instancias del asistente, pitó cesión de Arbeloa a Keylor Navas. No existió, ya que el balón fue tocado simultáneamente por El Zhar. El tiro libre indirecto estaba mal señalada por el colegiado, aunque afortunadamente su posterior ejecución terminó en nada.

Fernández Borbalán tuvo un partido tranquilo aunque éste se fue animando en los minutos finales. Sólo se equivocó en pitar esa cesión que luego terminó luego en nada.