Zidane, Casemiro y Lucas Vázquez
Bueno, pues el Madrid ya está en cuartos, a cinco partidos del título de la Champions. Claro, que ahí será donde esté la verdad. Todo lo que va quedando, salvo el Wolfsburgo, es ya cosa que impone. Pero el Madrid tiene jugadores excelentes y si Zidane encuentra por fin un orden de juego el equipo será temible. De momento, parece que ha asentado a Casemiro como medio centro de cierre, lo que los argentinos llaman ‘volante tapón’. El descuido de esa zona se produce cuando el Madrid acumula estrellas, ninguna de las cuales se afana por correr para atrás a sofocar incendios.
Y luego está Lucas Vázquez. No salió de inicio, pero cuando entró por el fatigado Bale (que estuvo bien) el equipo mejoró. Abrió el camino al gol con una jugada de extremo clásico, poniéndole el balón a huevo a Cristiano. Lucas Vázquez es, como se autodefinió Conti en la entrevista en AS, un ‘ala tornante’, un extremo que vuelve. Para empezar, es extremo en el sentido estricto, y de los buenos: juega por fuera, ataca al defensa, lo deja en el camino y da el pase de gol. Pero es ‘tornante’, vuelve y socorre infatigablemente al lateral de su lado, al que nunca deja en situación de batirse contra dos. Otros sí lo hacen.
Fue una noche con intriga hasta el 1-0. El Roma salía como una flecha por el lado derecho, siempre por Salah, que pinchó en el flanco débil de la defensa del Madrid. El Roma tuvo tres ocasiones claras, aún con 0-0. Por fortuna, la de Dzeko le cayó en su pierna izquierda y las de Salah en la derecha, en las que no dominan tanto. Pero durante una hora el Madrid, aunque apretaba y movía a Szczesny, no estuvo tranquilo. Al final, sí. Hubo tiempo para disfrutar, para aplaudir a Totti, para ver media hora bastante buena de James por fin y para comentar que Keylor aún está imbatido en esta Champions.