Bale, entre la Undécima y la Eurocopa

La recuperación de Bale parece ser un hecho. Teniendo en cuenta los precedentes en cuanto a lesiones y recaídas en el club blanco conviene poner todo en solfa. El último Bale, hasta su lesión el pasado 17 de enero, ha sido el mejor que se ha visto desde que llegó al Madrid. Siempre tuvo unas condiciones excepcionales, de velocidad, potencia, golpeo, pero a su fútbol le faltó continuidad. Con el tiempo dejó de pesarle aquella pesada mochila de ser el fichaje más caro de la historia del fútbol. Nadie le puede quitar haber contribuido con grandes jugadas y momentos estelares, como su galopada en la final de Copa ante el Barça o en la final de la Décima, pero su mejor versión llegó esta temporada.

A pesar de la torpeza de ponerle a competir con Cristiano por la jerarquía en la plantilla, Bale parece ya curado de espanto. Elevó su autoestima hasta límites insospechados al ser el gran referente en la primera clasificación de su Selección para una competición internacional. A falta de plan colectivo, las opciones del Madrid de ganar la Undécima pasan por reencontrar el óptimo rendimiento de sus jugadores más determinantes y Bale es, sin duda, uno de ellos. Si le respetan las lesiones, su talón de Aquiles, la Champions y la Euro serán dos escaparates nítidos para comprobar su auténtica dimensión.