El derbi de los chulos

Guti habla sobre el derbi y su frase convertida en tuit incendia las redes. El rubio de Torrejón sabe bien dónde les escuece a los atléticos, y estos, aunque estén acostumbrados desde niños a vaciles similares a diario, no pueden evitar alzar la voz una vez más. Jamás se dejarán amedrentar por el vecino ni por su aristocrática sala de trofeos. Las calles de Madrid asisten desde hace más de un siglo a un duelo dialéctico que ningún marcador podrá dirimir. En la ciudad de los chulos reside el mejor club del siglo XX, pero sus diez Copas de Europa no pueden impedir que un alto porcentaje de sus vecinos se aliste en el bando rojiblanco. Esa es la idiosincrasia castiza que explica su rivalidad. Y en temas de sentimientos nadie pierde.

Desde el análisis sensato, probablemente Guti tenga razón y Zidane no necesite a ningún jugador del actual Atlético. Y por contra, varios de los titulares blancos seguramente también serían referencias en el once rojiblanco. Pese a los que se vienen arriba con esta racha con Simeone, el Atlético nunca ha sido un todopoderoso. Tampoco ahora. Pero da igual, los colchoneros nacen y viven locos por incordiar, y si puede ser al Madrid, pues mejor. Sacando pecho sin parar. Los merengues aluden a su irrefutable y blanca grandeza para caricaturizar a los del Manzanares porque han perdido mucho más a menudo. Y en ese duelo, ambas aficiones se hicieron muy grandes.

Con la globalización, los piques futboleros entre madrileños han traspasado las paredes de bares, colegios y oficinas, yendo mucho más allá de las fronteras de la capital, y quizá se malinterpreten en este mundo donde proliferan los antis. Esa chulería puede parecer agresiva lejos del foro, pero es mucho más fraternal y civilizada de lo que parece, como se demostró en la lección ejemplar que ambas aficiones dieron en Lisboa. Recuperó el derbi en estos años una dimensión futbolística acorde con la rivalidad, ya que el Barcelona se había colado entre medias. Pero los hermanos son hermanos para siempre. Y el rojiblanco siempre querrá a toda costa ganar al blanco para demostrarle que no puede ganar siempre, mientras el blanco tratará de evitar que los rebeldes se le suban a las barbas y mantener el statu quo. De ahí que a un madridista (de Madrid) solo le dé miedo una cosa, perder con el Atleti. Y Guti lo sabe. Pero la clave es que el Cholo también...