Cristiano solo no llega
El Madrid se deja la Liga a jirones, pero esta vez de manera casi definitiva y de la forma más dolorosa. Después de la Champions, la apatía, la falta de intensidad en la recuperación y la ausencia de ideas en la sala de máquinas. Visto lo visto, va a ser obligado alinear a Casemiro después de jugar en Europa para poder ser competitivos. Cristiano volvió a hacer su parte, marcar, aunque fuese en fuera de juego, cuando el Madrid sufría. El Málaga, a gran nivel, salvo en la finalización, cumplió su guión de partido. El equipo de Zizou, sin Bale ni Benzema, estuvo, una vez más fuera de casa, muy lejos del suyo.
Volvió a ser un equipo sin alma, que es el peor síntoma en la competición donde realmente se dimensiona la realidad de un equipo, con todos los jugadores por debajo de su nivel. Agarrarse un año sí y otro también a la quimérica Champions habla a las claras de otro proyecto mal parido, salvo que la revista Forbes diga lo contrario, claro.