Castillejo, la reacción y el periodismo

Samu Castillejo será vigilado por todos. Es uno de los hombres del partido. El Calderón le examinará porque estuvo en la agenda del Atlético. Y la afición del Villarreal rezará para que explote de una vez. Llegó procedente del Málaga junto al otro Samuel (García) por 14 millones el pack, sin que trascendiera cuál era el valor de cada uno. Y atendiendo al rendimiento, podría decirse que individualmente costaron un par de millones y que los otros diez se perdieron. En intermediarios o en la gasolina. Samuel García es baja de larga duración y Castillejo, internacional Sub-21, ha contribuido al milagro del Villarreal con dos asistencias y ningún gol. Pese a ser promesa y extremo. La sombra de Cheryshev, que a estas alturas ya llevaba siete tantos y diez pases, le está pesando.

Juega muy presionado, se acelera y le cuestan los nuevos deberes en defensa. Ahora le ha llegado una oportunidad inmejorable por la lesión de Jonathan. Sin más alternativas que Denis y Nahuel para las bandas, volverá al once de confianza si demuestra que ha aprendido. Yo, que he sido crítico con él porque sabe más de lo que hace, tengo fe en su resurrección. Porque sé lo que es la ansiedad y todo pasa, porque este ejemplar Villarreal le necesita para no cojear de un lado, porque los zurdos como él siempre enamoran y porque tiene un respeto al periodismo: ahora que casi ningún jugador concede entrevistas y los clubes cierran sus puertas sin delicadeza con la crisis que nos ha azotado, su departamento de comunicación es quien llama para proponerlas.