Florentino ‘pasa’ de los candidatos a la FEF

Ahora que es época de pactos, diálogo y acuerdos, Florentino Pérez ha decidido afrontar las próximas elecciones a la Federación Española de Fútbol, en la que el Madrid tiene voz y voto, con la misma actitud que está de moda entre las autoridades: la inacción y el atrincheramiento. Los candidatos a la presidencia de la FEF, sobre todo los nuevos (Jorge Pérez y Miguel Ángel Galán), han intentado cerrar últimamente reuniones formales con el presidente madridista para explicarle sus proyectos de futuro y pedirle ya de paso el voto, como están haciendo y harán con la mayoría de asambleístas: Barça, Atlético, Valencia, Espanyol, infinidad de equipos de Segunda, todos los de 2ªB y Tercera y diversas federaciones ya han accedido o al menos han puesto una fecha... Sin embargo, la respuesta del Madrid, mediante una llamada telefónica de Emilio Butragueño, ha sido tajante: “No, no habrá reuniones con ninguno de los tres candidatos a la presidencia. Estamos al margen”.

La razón es sencilla. El Madrid no quiere posicionarse públicamente, algo que también hará Ángel Torres (Getafe). Prefiere mantener los contactos en privado, porque los mantiene (cobra fuerza la opinión de que ve a Jorge Pérez como una buena opción). Pero, sobre todo, Florentino quiere evitar a toda costa algunos de los puntos que se iban a marcar para debatir en esas reuniones. En concreto, la petición general, que sobre todo le ha lanzado Galán, para que el Madrid haga de una vez un equipo femenino y otro de fútbol sala con el objetivo de contribuir así a potenciar ambas competiciones y revalorizarlas, siempre monetizando esos esfuerzos. Florentino dejó claro con respeto que no quiere recibirle, como sí hizo el jueves Albert Soler (director de Relaciones Internacionales del Barça). No quiere escuchar opiniones y consejos con los que no comulga.

La última vez que Florentino le dio audiencia a Galán fue el pasado 18 de septiembre en el Bernabéu, cuando le pidió con las mejores intenciones que llevara y le presentara a Ossamah Abdul Mohsen, el técnico sirio al que trajo a España con su dinero y contrató para su escuela de entrenadores en Getafe (CENAFE) tras ser zancadilleado por una periodista, en plena huida de la guerra, a ojos de todo el mundo. A Florentino no le importó entonces que Galán ya se hubiera autoproclamado candidato a la FEF y que en su día hubiera denunciado a Zidane por ejercer como entrenador en el Castilla sin la titulación requerida. Esa tarde, con los hijos de Ossamah también invitados, sí que hubo recepción, regalos, fotografías y hasta diálogo.