Juan Pascual, secretario general del Elche CF, desveló el martes antes los accionistas cuál será su salario en el Club: 60.000 euros más bonus. Atrás quedan sus repetidos desmentidos en los que negaba que no iba a ser el director general y que no tenía la intención de trabajar a sueldo para la entidad.

Ayer no profundizó en los detalles de ese extra que podría recibir a final de curso. Sí dijo que se había tratado en el Consejo de administración. Y es verdad. Sin concretar la cifra, Pascual habló en la sala de juntas del Martínez Valero ante sus colegas de directiva de percibir un extra si la entidad salía del concurso de acreedores antes de que terminase la temporada.

Un bonus, según la RAE, es una “prima vinculada, en el ámbito económico o empresarial, al logro de determinados objetivos”. ¿Y cuál es ese objetivo? Recuperar el control para hacer y deshacer a gusto de la directiva. ¿Y qué prisa hay? El Elche ha presupuestado superávit gracias al aplazamiento de la deuda y a que la carga de intereses, personales y económicos, se ha frenado. Pues que dure entonces.

Para hacer un Concurso ‘corto’ hay que seducir a los acreedores con una quita asequible. La segunda parte de la ayuda por el descenso es un caramelo jugoso que en verano se quiere administrar sin la barrera del administrador Carlos Pérez, que continúa siendo el mejor fichaje de la temporada. El conflicto de intereses ya se ha observado en la gestión, por lo que el Consejo debería velar por mirar por el bien del club y ganarse el cariño de los aficionados. Ese sería el mejor bonus.