El penalti de Messi engrandece LaLiga

Era un penalti, sólo eso, y en un partido prácticamente resuelto. Pero entre Messi y Luis Suárez tuvieron la habilidad de convertirlo en algo especial. Y cuidado que es sencillo: entre usted y yo quizá hubiéramos sido capaces de marcar ese penalti, a poco que lo hubiéramos maquinado antes. Mucho más difícil es marcar un penalti en tiro brusco y directo, y bien que lo sabe Messi, cuya excelencia futbolística sólo puede ser discutible en esa suerte de matarife, el penalti, que no domina acorde a su clase.  Pero, se ve, a grandes males, grandes remedios. Hizo del penalti un guiño artístico en favor de Luis Suárez.

Era un penalti, sólo eso. Llamado a ser el cuarto gol del Barça en una victoria ya cantada sobre el Celta, pero dio la vuelta al mundo. Fue la primera vez que se veía este gol en campo español, al menos en cierto nivel. Adorno extra para un fútbol que hace tiempo que se propone ser el mejor. Seguro que nadie les ha dicho a los Messi, Luis Suárez y Neymar que tienen que ser cada día los mejores, hacer en cada jugada algo especial,  pero lo tienen interiorizado. Les sale sin pretenderlo. A lo mismo deben aspirar los Cristiano, Benzema y Bale. O los Carrasco, Torres y Griezmann. Todos ellos son LaLiga.

Que nadie se sienta mal por una ‘lambretta’, un caño, una ‘espaldinha’ o un penalti indirecto. Cada una de esas virguerías es buena para el fútbol español, porque provoca asombro y admiración. El fútbol es un juego de destreza. El engaño no es trampa, sino acierto. El viejo, rústico e ingenuo deporte que inventaron los ingleses, hecho de patada larga, pierna fuerte, salto y carga, dio lugar hace ya más de cien años a un juego de engaño y sutilezas que tiene mucha más gracia. Pasado tanto tiempo, en España estamos en esto delante de cualquiera. Disfrutémoslo mientras dure. Gracias, Messi.