Ayer me encontré en la página siete de AS un breve sólo relativamente inofensivo. Era la entrega a Manuel Redondo, director de gabinete del RealMadrid, de la medalla de bronce de la Real Orden del Mérito Deportivo. Distinción otorgada este verano junto a varias otras decenas entregadas en su día en un acto formal y solemne, al que, como cada año en condición similar, acudieron los premiados, en categoría de oro, de plata o de bronce. Manuel Redondo lo recibió en el Madrid. Era una medalla de bronce. ¿Por qué esa deferencia? Pues porque sí. Y además, porque también. ¡Hala Madrid!