De la poca hambre de Pellegrini al triste River-Boca

Diego Costa. Marcó el gol del triunfo, peleó, se desmarcó, aguantó el balón y al final se lesionó justo cuando completaba su mejor partido de los últimos tiempos. Triunfo tranquilizador del Chelsea para afrontar la Champions que llega.

Firmino. Klopp insistió en él como el nueve del Liverpool y la ausencia inicial de Benteke volvió a ser para reforzar más el medio. Al final acabó con los dos más Lallana y ganó en el último suspiro en Norwich.

Naysmith. Funcionó muy bien en el Everton con Roberto Martínez, tiene gol y lo demostró en su debut con los canarios del Norwich. Gran fichaje el suyo. Sorprende su marcha de Goodison.

Bayern. Volvió la Bundesliga y el Bayern ganó sin brillo en Hamburgo, con un juego lento, sin salidas rápidas, un discreto partido de Xabi Alonso y sólo destellos de Douglas Costa y Coman. El francés es uno de losaciertos de Guardiola.

Austin. Ya fue protagonista importante de la Premier con el QPR la temporada pasada, acaba de llegar al Southampton y su gol en Old Trafford sepulta más aún las opciones en liga del Manchester United.

Dybala. Se le escapaba el partido a la Juve y con ello la racha de triunfos pero apareció el jugador más en forma del equipo. Un disparo cruzado, certero, rápido al segundo palo y la Roma que sucumbió ante une Juve que sigue pisando fortísima.

Pellegrini. Falta de ambición al meter a Fernando por Silva para el tramo final justo cuando ya había empatado y el West Ham empezaba a sufrir. Salvo Agüero, muy mal partido de las principales estrellas del City.

Gladbach. Arriesgó mucho ante el Dortmund con una defensa en línea muy adelantada y lo pagó carísimo. Justo lo que más conviene a un equipo con Reus, Mkhytarian y Aubameyang, tres balas que con espacios son imparables.

Nacional. Le ganó con claridad a Peñarol el segundo clásico del verano en Uruguay, con buen juego en el mediocampo y la aparición en el tramo final de Nico López. Forlán muy poco, le verdad.

Boca-River. Tan poco de amistoso como de juego el primer clásico del verano argentino. Un partido mal jugado por los dos, desagradable, con cinco expulsados, un penalti que regaló Tévez para el 1-0 y poco más.