Mendes se acerca a Sampaoli
Sampaoli. Mientras resuelve cómo abandonar la selección de Chile y aumenta su indignación hacia la descompuesta federación de fútbol del país (los directivos interinos le niegan la salida a su ayudante, le dan largas con el nuevo contrato de Juanma Lillo y le discuten un recién conocido anexo en el suyo, firmado tres meses después de ganar la Copa América, en que se le aumenta de 800.000 dólares a seis millones el premio por el título), Jorge Sampaoli ha recibido una de esas propuestas que en este negocio le cambian a uno de verdad la vida. “Vente conmigo y estarás entrenando a partir de enero a uno de los grandes de Europa”, fue la frase gruesa que, según su entorno, pronunció Jorge Mendes, el gran representante del balompié mundial, para seducirle. Le habló incluso del Madrid y de cómo hay que ganarse a Cristiano Ronaldo. La inclusión del técnico argentino en la terna del Balón de Oro ha disparado la atención del mercado y hasta del que mejor lo mueve. Sampaoli se lo piensa. Antes tiene que deshacerse de la cláusula de indemnización (7,2 millones de dólares) que lo ata a Chile.
Rogerio Ceni. El incombustible arquero brasileño de 42 años decidió al fin colgar los guantes. O en su caso, autor de 131 goles (69 de penalti, 61 de libre directo y hasta uno de jugada) en 25 años de carrera, también las botas. Fue una despedida emocionante en un abarrotado Morumbí, donde el ídolo del Sao Paulo, campeón mundial en 2002, fue coreado, reconocido y debidamente manteado. El homenajeado jugó de portero, de delantero y en descanso hasta cantó con su banda. Rogerio Ceni consiguió salir por la puerta grande del oficio más peligroso que hay en Brasil. No es fácil ser guardameta en esa tierra. Pero Ceni trascendió.
Cuba. Hasta el fútbol se ha venido arriba con el proceso de tibia apertura por el que pasa Cuba. El presidente de su federación ya ha anunciado la idea de que sus jugadores se fogueen en campeonatos extranjeros más competitivos. Un plan para mejorar el nivel propio. “Un proceso gradual” que partirá por la zona caribeña. Actualmente son cinco los futbolistas que juegan fuera de la isla.
Aquino y Uche. Sufriendo, viendo como la ventaja de la ida (3-0) se le iba por tacañería en la vuelta (4-1), coronando una infartante tanda final de penaltis, el Tigres de Nuevo León (o de Arévalo Ríos) se consoló de su derrota en la final de la Libertadores con el título del campeonato mexicano (una estrella, la cuarta de su historia, tras cuatro años de sequía). El premio a una ambiciosa política de refuerzos, más competitiva que mediática, cuya joya fue el francés Gignac, el goleador del Marsella de Bielsa. Pero que también contó con ‘españoles’. En la terna de máximos goleadores del equipo, asoma Rafael Sobis, ex del Betis, y Javier Aquino, el extremo que después de correr las bandas del Villarreal y el Rayo Vallecano decidió dar un paso atrás y volver a su país. Para ganar. Como Ikechukwu Uche, que también llegó en junio como refuerzo, pero que por las lesiones apenas pudo jugar un partido.