El Madrid se descuelga de Barça y Atleti

El Madrid sesteó en el primer tiempo y eso le costó el partido. En el segundo hizo un esfuerzo descomunal, jugando con energía, viveza y compenetración, pero no estuvo atinado en el remate. Llegó mucho, remató, pero sus mejores ocasiones se escaparon fuera por poco. Ni siquiera consiguió hacer de Areola un héroe. Le tuvo incómodo, sí, pero no le provocó grandes paradas. La diferencia de actitud entre la primera y la segunda parte resultó chocante. En la primera, estuvo a merced del plan del Villarreal. En la segunda, abrumó al buen equipo local, que jugó intimidado, en su área, sufriendo hasta el final.

Pero el Villarreal había golpeado primero. Su salida fue colosal y causó ese anonadamiento del Madrid en la primera parte. En pocos minutos había colocado un tiro al palo y un gol. Luego se replegó ordenadamente y manejó el juego en busca de contraataques que llevaron peligro. En justicia, mereció llegar al descanso con más de un gol. Luego, sí, se limitó a sufrir, pero eso también lo hizo. Ni una fisura, ni un abandono, ni una desatención. Da gusto ver a este Villarreal, año tras año, siempre en su tono de equipo bien armado, con fases luminosas en su juego. Ayer dio otra lección.

En fin, que la vidilla que el Barça le dio al Madrid con el empate ante el Deportivo se apagó en un día. En lugar de recortar distancias, los madridistas pierden un punto más con el Barça... y tres con el Atleti, que ya iguala a los culés. El Atleti saca los partidos con esfuerzo, pero los saca. No tiene a Messi ni a Neymar ni a Cristiano, pero tiene a Griezmann, que cada mes que pasa parece un poquito mejor, y tiene ese sello de lucha indesmayable y de atención a los detalles que le ha dado el Cholo. El Madrid se rezaga, el Atlético se postula. Quizá estemos ante otra Liga de dos, pero esta vez sin el Madrid.