Cartas desde América
Un pacense en la final de la Sudamericana
Colo Colo campeón en Chile entre fuertes incidentes.
Colo Colo. El fútbol chileno se ha convertido en una crónica de sucesos, ya lo leen cada semana. Y agrandando la tendencia, el título se resolvió como tal. Colo Colo obtuvo el domingo su estrella 31 sin jugar. No le dejaron los violentos hinchas, de su equipo y del local Wanderers, que tomaron la cancha de Valparaíso para zurrar y zurrarse sin que nadie se lo impidiera. Doce minutos tardó en asomar la policía chilena, muy tarde, cuando el partido ya se había suspendido (sin siquiera poder empezar) y la barbarie había causado estragos. Pero como partía con un punto de ventaja y su único rival, Católica (cuyo complejo de segundón definitivamente va a romper en asignatura obligatoria de psicología), perdió fallando hasta un penalti ante el modesto Audax, el Cacique se quedó igualmente con el título. Manchado de vergüenza, pero campeón.
Moreno y Fabianesi. Bogotá acoge hoy miércoles la vuelta de la final de la Copa Sudamericana, una suerte de Europa League del continente (se juega en diferente semestre a la Libertadores y en algunos casos hasta compartiendo equipos). Santa Fe-Huracán, 0-0 en la ida. Y en el equipo argentino, El Torero (celebra los goles simulando un natural), el centrocampista Moreno y Fabianesi, nacido hace 36 años en Badajoz. Un pacense en la final. Aunque la mayor parte de su carrera de trotamundos la ha desarrollado en Argentina (es el europeo con más partidos en esa liga), país del que también se nacionalizó. En España sólo llegó a jugar con el filial del Villarreal. Su padre, Ignacio Moreno, también futbolista, militó en el Albacete, Granada, Levante y Mérida. Una bandera española al otro lado del Atlántico.
Wilson Morelo. En el grupo de enfrente, en Santa Fe, corre un diablo de 25 años que, viéndole actuar, cuesta explicarse por qué no está todavía en Europa. O en la selección colombiana, justo ahora que se ha quedado seca de goles en su luminoso arsenal de delanteros. Se llama Wilson Morelo y reúne velocidad, remate y olfato. Pero sobre todo domina el amague, ese recurso en vías de extinción. Cada conducción de Morelo es una deliciosa mentira. Si parece que tira, se frena; si hace que frena, se va; si finge arrancar, dispara. Un futbolista maravilloso. Cosido a su ingenio, Colombia sueña con ganar hoy un título continental por primera vez desde 2004.
Angelici. La AFA no pudo elegir presidente. Los comicios quedaron invalidados tras un escandaloso recuento de 76 votos cuando sólo votaban 75 personas. Pero Boca Juniors sí pudo escoger al suyo. Ya lo tiene: salió reelegido el domingo Daniel Angelici. O sea, en el duelo de ídolos, ganó Tévez y perdió Riquelme. El mandamás continuista llega con regalo bajo el brazo. Osvaldo, goleador y polemista incorregible, vuelve al frente de la delantera. Ya es seguro.