Luis Suárez y el recreo del Tridente
Luis Suárez Miramontes, el clásico, nuestro único Balón de Oro, lo comentó en Carrusel durante el segundo tiempo de Mestalla, refiriéndose a los suyos: “Están haciendo demasiadas pijadas... Se les está yendo el tiempo y si algo cambia, luego ya veremos...” Y aunque es cierto que acabó por llegar el gol del Barça, tan corto margen le dejó al alcance del Valencia, que le empató. Lo que decía el sabio Suárez coincidió con el análisis que me hacía ayer un buen aficionado, sobre el juego del tridente del Barça en Mestalla: “Demasiado colegueo. Demasiado para ti, para mí. Demasiada exhibición...”.
Me dejaron pensando. Desde luego, el tridente del Barça hizo un primer tiempo soberbio, sobre todo por parte de Neymar, pero el gol no llegó. El déficit que apuntaba Luis Suárez, eso que mi amigo llama ‘colegueo’, apareció en fases de la segunda, en la que sobró alguna cosa y faltó intención de gol en alguna fase. Recrearse con el balón es magnífico para el espectador y gratificante para el aficionado, pero no tan bueno para el marcador. Di Stéfano, cuyo Madrid dio grandes exhibiciones, me dijo cierta vez que sólo permitía (y se permitía a sí mismo) relajarse y disfrutar a partir de los tres goles de ventaja.
El trío de ataque del Barça es sensacional, no sé si se puede encontrar algún referente similar en la historia. Pero corre el riesgo de esfumar parte de su eficacia en preciosismos, o al menos era de eso de lo que estaba alertando Luis Suárez Miramontes en la transmisión de la SER. Y hay que admitir que a la larga el empate le dio la razón. Con esos tres delanteros, un solo gol, y además logrado en condiciones discutibles, es demasiado poco. Algunos más pudo conseguir el Barça que se escaparon por poco, pero también hubo fases en que el disfrute del juego le hizo perder el objetivo. Y el objetivo es llegar al gol.