Pasar un sábado en familia

Cuando uno lleva tantos años fuera de su país, siempre se alegra de que un viejo amigo venga a visitarle, como es el caso este fin de semana de mi colega David. Uno espera poder hablar de cosas de la juventud, de nuestro pueblo, de nuestros amigos… Pero no, nada más aterrizar en Barajas, David me preguntó: “¿Qué tal la crisis del Madrid? ¿Crees que todo esto se va a arreglar por fin?”. Es increíble el impacto que tiene este club fuera de las fronteras de España… Por ello, el partido de hoy me parece más importante y decisivo de lo que anuncia el cartel. El Real Madrid-Getafe, más allá de la victoria que deben conseguir los merengues, tiene que ser un punto de reencuentro. Quince días después del desastroso Clásico, de los pitos, de la pañolada y del lógico enfado de los aficionados, creo que es el momento de mostrar el máximo cariño posible. Porque el Madrid, y muchos de sus componentes, lo necesitan.

Ya se sabía que la Federación no iba a hacerle ningún regalo al equipo blanco por lo de la Copa y la mejor forma de mostrar la unidad del madridismo, en su lucha por salvar su participación en esta competición, es no hacer pagar a los futbolistas por algo que no les compete. También es esencial que la afición aplauda a Karim Benzema, sin juzgarle antes de que los jueces, tal y como lo hacen tantas personas. Benítez sabe que hay que conectar de nuevo al Madrid con su gente y, por ello, creo que va a poner hoy un once ofensivo y dispuesto a maravillar.