La incombustible rivalidad de los Milito
Milito. Dos hermanos, Diego y Gabriel. A veces compañeros, como disfrutó el Zaragoza, a veces contrincantes. Así durante 20 años de paso por el fútbol a un lado y otro del Atlántico. Formando en el origen, y también en el final, un curioso caso familiar de confrontación vecinal: en los dos extremos de Avellaneda, uno del Racing, el otro de Independiente. Y por primera vez, ocurrió el pasado sábado en las eliminatorias previas para acceder a la Copa Libertadores, se enfrentaron uno como jugador y el otro como entrenador (Estudiantes de la Plata). Y por primera vez también, fue Diego, el delantero del Racing, quien ganó (2-1). Curiosamente el mayor, 36 años, el que sigue jugando, quizás sólo por unas semanas más (un partido menos de lo que esperaba, ya que por segunda vez en su carrera, terminó expulsado). El menor, Gabi, 35 años, el defensa central, más castigado por las lesiones, colgó las botas a los 32. Y hoy dirige desde el banquillo. Una familia de fútbol.
Ríos. A la pequeña liga chilena (15 jornadas por campeonato) se le acumulan los sobresaltos. El domingo, en la antepenúltima fecha y con la pelea por el título de fondo, Michael Ríos dio un respiro agónico a la Universidad Católica con un ajustado zapatazo desde la frontal. No le alcanzó para poner a su equipo líder, pero sí para dejar en empate el clásico universitario y subir la moral de los suyos. Dos días después, el martes, el volante cruzado pasaba la noche preso en comisaría por su presunta vinculación con una buscada banda local de narcotraficantes. Aunque el hurto agravado con el que se le relaciona, y por el que se le detuvo, no fue tanto de drogas como de veinte toneladas de nueces de exportación. Hay escuchas telefónicas que, además de a dos carabineros, inculpan al jugador.
Orban. Concluida la masiva liga argentina (30 equipos), su fútbol entra en fase de mercado. Suenan los nombres de entrada y salida. Y algunos afectan al campeonato español. Como el del defensa argentino Lucas Orban, con contrato en el Valencia hasta 2019 pero sin muchos minutos de juego. Aunque su principal objetivo es recuperar como nueve al trotamundos Osvaldo, Boca Juniors, por petición expresa de Rodolfo Arruabarrena, aspira a lograr su cesión para el semestre que viene, un refuerzo para competir en la Copa Libertadores. Pero tienen competencia. Y desde la acera de enfrente: el River Plate también lo pretende. El Muñeco Gallardo trata de convencerle.