El Real Madrid no acompañó ni a Cristiano ni a Casillas ni a Raúl...
El letargo institucional del Real Madrid. Resulta que el club que históricamente mejor ha manejado la diplomacia del fútbol ha dejado en el cajón del olvido las cuestiones más evidentes del decoro. No puede ser casual que en el lapso de dos semanas se hayan puesto de acuerdo para que ningún representante de tan gran institución acudiese a la premiere de la película de Cristiano Ronaldo en Londres, a la entrega de la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo a Iker Casillas en Moncloa o a la despedida de Raúl el día de su retirada del fútbol en el NY Cosmos. Si Florentino no llega a todo, ¿no hay nadie en todo un Real Madrid para hacer los honores a tres iconos sin los que sería imposible entender los últimos 25 años de la historia del club? Hablamos de Raúl, Casillas y Cristiano Ronaldo.
Los fondos y las formas. Se podrá decir, y no sin razón, que tanto Iker como Raúl tuvieron sus respectivos reconocimientos en la página web del club blanco. Incluso que Florentino Pérez firmó una cariñosa carta al ya legendario ‘7’ en tono cariñoso, enfatizando el orgullo que sentiría Alfredo Di Stéfano allá donde estuviese. Ojalá sus hechos, cuando le tuvo en su plantilla, hubiesen estado a la altura de sus palabras; ojalá le hubiese dado en su día la despedida que se ganó en el campo. Pero algo es algo. El tiempo coloca las cosas en su sitio. Conviene recordarlo por si la despedida de Cristiano llega más pronto que tarde.
El Clásico y la seguridad. No se puede negar el mal sabor de boca que deja la no celebración del Bélgica-España. Nada que reprochar a los que tomaron la prudente decisión. Si la seguridad no está garantizada, es imposible celebrar un partido y da igual que sea amistoso u oficial. Hace tiempo que el mundo dejó de ser un lugar seguro. Esperamos poder disfrutar de la fiesta mundial del fútbol en que se ha convertido nuestro Clásico con todas las garantías y con La Marsellesa palpitando en nuestros corazones.
El factor Messi. La pregunta del millón es si la presencia del crack argentino dará mayor lustre al envite. Los que saben dicen que Leo, como mucho, estará para media hora, que no es lo mismo entrenar con el grupo que competir y que esa lesión es traicionera a la hora de disparar con el interior del pie. Aunque sea mucho más que un partido, no parece lógico forzar.