España en Bruselas y Marsellesa en Londres
España vuela hoy a Bruselas, donde tiene concertado un amistoso mañana. Los dos presidentes hablaron de la posibilidad de suspenderlo, pero decidieron sacarlo adelante. Lo mismo han hecho Inglaterra y Francia, que pensaron en principio anular su partido previsto, también para mañana, en Wembley. La primera decisión de suspenderlo tenía en consideración el duelo que vive Francia, pero ha prevalecido otro criterio, que comparto: si los ‘yihadistas’ vienen a por nuestra forma de vida, no vamos a hacerles el regalo de encerrarnos en nuestras casas. Eso no devolvería la vida a nadie.
En Wembley sonará La Marsellesa, en honor a Francia y a su duelo. La Marsellesa la cantaron los asistentes al Francia-Alemania cuando fueron autorizados a salir del campo, una vez comprobado que ya no había peligros fuera. Aquel entonar colectivo y espontáneo de La Marsellesa fue justamente una reivindicación de Francia, de su modo de vida y sus derechos y libertades, que son los de todo nuestro mundo occidental. La expresión del deseo de seguir con nuestras vidas, nuestras maneras, incluyendo los detalles más triviales, como puedan ser el de ir a un partido de fútbol o a una discoteca.
Todo va a ser más duro, claro. España se va a mover entre extremas medidas de vigilancia, porque Bruselas es, proporcionalmente a su población, la capital europea más contaminada por la plaga ‘yihadista’. Pero no será sólo mañana y en Bruselas. Tendremos que acostumbrarnos a medidas de seguridad intensas y engorrosas a partir de ahora. En su día incomodaron los registros en los aeropuertos. Ahora que ya nos vamos acostumbrando, tendremos que someternos a mayores controles, en más sitios y de todo tipo. Algo vamos a tener que sacrificar de nuestra forma de vida, pero la solución no es parar.