La belleza siempre triunfa

Sería indecente pensar que Benítez no busca lo mejor para el Madrid. Nadie puede dudar de su amor por este club ni de su profesionalidad. Sin embargo, las cifras, tan frías como el invierno, están aquí para confirmar la sensación que tiene la mayoría del madridismo: apostar por el resultado antes que por la belleza no funciona. O no funciona tan bien. Esta filosofía puede resultar eficaz en otro equipo, pero no el Madrid. Tantos años fuera de España quizás le han hecho olvidar un poco de lo que mamó en su juventud merengue.

Decía Oscar Wilde: “La belleza es muy superior al genio. No necesita explicación”. Y ahora vemos claramente que el genio casi matemático de Benítez se ve superado por la cultura de la belleza de Ancelotti. El italiano siempre ha pensado que su Madrid debía apostar por la posesión, por el ataque y que el equilibrio nunca significa proteger la portería en detrimento de los goles y del espectáculo. Si hubiera sido muy calculador su Madrid nunca le hubiera metido una ‘manita’ al Bayern en el camino hacia la Décima. Señor Benítez, sus futbolistas tienen mucha belleza que ofrecer.