El título de Lorenzo, la penitencia de Rossi

Creo que nunca podré aborrecer a Rossi. Me ha decepcionado mucho, pero no lo bastante como para obligarme a renegar de su grandeza. En estas últimas semanas sus equivocaciones han sido tantas como clamorosas, lo que no significa que debamos olvidar todo lo que este italiano nos ha regalado durante dos décadas a los amantes del motociclismo: sus victorias, sus títulos, su simpatía, su carisma, sus celebraciones, su espontaneidad… No puedo odiarle, ni quiero. Sigo pensado que debió asumir su error de Sepang, disculparse y rectificar. No lo hizo y su castigo es salir último en la carrera en la que aspira a conseguir la décima corona, ahí es nada. Espero que no lo logre porque quiero que el campeón sea Jorge Lorenzo. Es español, uno de los nuestros, su temporada ha sido igualmente brillante y no nos ha avergonzado como ha hecho su compañero de equipo.

El título de Lorenzo sería la penitencia de Rossi. Sin todo este conflicto que se ha sacado de la chistera, ‘El Doctor’ tendría en Valencia mucho más a tiro su objetivo. Así que de no lograrlo será principalmente por su responsabilidad, por llevar la noble batalla en la pista fuera de ella y eligiendo un enemigo tan incómodo como Márquez. La carrera se presenta incierta, personalmente no descarto nada, llevo 35 años viendo casi de todo en el mundo de la competición. Por eso si Rossi se sale con la suya no estaré feliz, mi apuesta se llama Lorenzo. Sólo deseo que no suceda nada extraño, que ninguno de los implicados nos obligue de nuevo a agachar la cabeza abochornados. Y que con el tiempo sólo recordemos que los héroes como Rossi también tropiezan, lo que no debe suponer que dejen de serlo.