Krychowiak, el corazón del Sevilla
El Sevilla ha corrido a renovar a Krychowiak porque los millones de la Premier no esperan. Al Manchester United se le hace viejo Carrick y Wenger lo ve hace tiempo como un stopper necesario entre tanto artista en el Arsenal. 45 millones parece un precio razonable para un futbolista que estaba escondido en el entrañable Stade de Reims y que fue una de las apariciones más felices de la temporada pasada. Krychowiak se metió al sevillismo rápido en el bolsillo. Como Rakitic en su día, quiso aprender español y conocer los rincones de la ciudad con su pareja, la estupenda Celia Jaunat. Amante de la moda, es un tipo con estilo. Sobre el césped, sin embargo, es uno de los futbolistas más aguerridos que conoció el Sevilla en los últimos tiempos.
Krychowiak, que lo juega todo, llegó a ser la temporada pasada el futbolista más rápido para La Liga, que midió en 34,82 km/h una carrera con Messi en la que le limpió un balón. Luego se empeñó en jugar en su casa de Varsovia la final de la Europa League. Fue muy emotivo. Tanto que hizo un gol. Pero Krychowiak también puede estar triste. Hace un par de semanas se autoculpó de la derrota en el Etihad por intentar anticipar y no llegar al balón que acabó en el 2-1. En el vestuario, hundido, le pidió opinión a Emery para aprender. Un gesto honesto que habla de su condición. El miércoles, mientras el Sevilla se hacía añicos ante el City, él se entregaba. Y, otra vez, Nervión gritó su nombre. Si estos días al Sevilla le queda algún corazón, ese es Krychowiak.