Después de Bale, el colmo sería forzar a Modric y a Ramos
Bale cumplía un sueño. Puede parecer reprochable que Bale haya forzado más de la cuenta con Gales y haya jugado todo el partido contra Andorra, cuando la clasificación estaba conseguida. La mercantilización del fútbol ha llegado a tal punto que ya no nos parece ni defendible que un futbolista cumpla un sueño de niño, lo protagonice llevando a una selección menor, como Gales, a un torneo mayúsculo, como la Eurocopa. Gareth quiso disfrutar cada segundo como gran protagonista de una hazaña y paladear un momento histórico en su vida deportiva. Hay momentos que no se pagan con dinero.
La responsabilidad de Benítez. A falta de director deportivo en el Madrid, Rafa Benítez debió llamar a Coleman, el seleccionador galés, tras haber logrado su selección la clasificación matemática contra Bosnia y haberle pedido que procurase no forzar a su estrella en el siguiente partido. Eso es lo que hacen casi todos los directores deportivos de grandes clubes del mundo. Si no lo hizo, lo suyo era haber hecho descansar al jugador contra el Levante. Lo de intentar tapar la lesión y hablar de fatiga entra en el capítulo de los despropósitos.
Cuidar a Luka y a Sergio. Puede ser que estemos hablando, después de Cristiano Ronaldo, de los dos jugadores más estratégicos en el plano futbolístico para el Real Madrid. El escaparate de París y de la Champions League es muy importante, pero acabar la temporada bien lo es más. Forzar a estas alturas al croata es innecesario. En el caso de Ramos, jugar infiltrado, como ya hizo y reconoció contra el Atlético, no parece tampoco tener mucho sentido en un grupo de Champions asequible. Ya se sabe que las infiltraciones dilatan y le restan calidad a las recuperaciones.
La hora de Jesé. La triste lesión de Bale va a ser una ocasión pintiparada para conocer realmente el peso de Jesé para Rafa Benítez. El canario demostró en los pocos minutos de los que dispuso ante el Levante de lo que es capaz. Las cartas están boca arriba. Si Jesé no se siente importante pedirá salir en el mercado invernal. Sería una pena tener que revivir otro caso Morata. A la legua se ve que es un futbolista diferente, que pide pista a gritos. A ver si el remedio va a ser mejor que la enfermedad…