El Milán aún le sigue añorando

Llegó a Milán como un desconocido y salió como un campeón. Todavía hoy la afición rossonera le añora. Thiago Silva fue el digno heredero de una ilustre dinastía de defensores del Milán como Baresi y Maldini. Aúna la clase, la fuerza física, el carisma y la personalidad de los grandes defensores. El brasileño fue una pieza clave en el último título liguero que ganó el Milán en 2011 y de la Supercopa italiana del mismo año ante el Inter en Pekín.

No es una casualidad que la salida de Thiago Silva y la de Ibrahimovic constituyera el fin de ciclo del Milán, que desde entonces ha caído a lo más bajo. Y por primera vez en los 30 años de la era Berlusconi, no ha ganado nada en cuatro temporadas seguidas. Es difícil fichar grandes defensores en el mundo. Y por eso, es una pecado imperdonable traspasarlos cuando los tienes en la mano. Ver a Thiago Silva como capitán de Brasil y ver al Milán con chavales en el centro de la defensa da mucha pena. El PSG, con este crack en el medio de su zaga, tiene una ventaja que pocos equipos pueden permitirse.