España, país de campeones
Hora y media repartiendo medallas y placas. De tres en tres. Eso, este año. Pero también el pasado, y el anterior, y el otro, y el de más allá. Es el reconocimiento que se hace a nuestros deportistas y a las gentes del deporte. Son cientos quienes tienen, o han tenido, los méritos necesarios para figurar en la Orden del Mérito de nuestro deporte. No son sólo los campeones, también quienes han estado cerca de la victoria. Cada año son más. España es un país de alto nivel en el deporte, y así lo demuestra. Tenemos instalaciones, infraestructuras, medios, técnicos, buen clima... Hace tiempo que se acabó el monocultivo del fútbol. Miguel Cardenal tiene razón: “Viendo lo que tenemos, es imposible no augurar buenos resultados”.
Buenos resultados, además, en cualquier deporte. ¿Quién podía imaginar que nos iba a salir una Carolina Marín? España no tiene la menor tradición en este deporte, dominado por los países asiáticos, y sin embargo tenemos a la mejor jugadora del mundo. ¿Un milagro? No. Es la consecuencia de una buena estructura. Si aparece un talento, que no se escape. Es el caso de Carolina Marín. Comenzó a jugar en Huelva, y al detectarse sus inmensas posibilidades se trasladó al centro de alto rendimiento de Madrid, donde los técnicos se encargaron de sacar lo mejor de ella. Ha pasado en el bádminton, y pasa en muchos otros deportes. Por eso la base es tan amplia. Da para estar repartiendo medallas hora y media. Y de tres en tres.