Los pellizcos de monja a Cristiano y la incertidumbre sobre su futuro de blanco
Informe Pirri. En su papel de trabajador incansable Benítez elaboró, al llegar al Madrid, su propio Informe Pirri. Un estudio del presente y la proyección de futuro de cada jugador como aquel que fue obra del mítico ex del Madrid cuando era director deportivo y que causó tanto revuelo, entonces, al ser desvelado por AS. Una información tan delicada (como lo era aquella de Pirri) a la que estamparía Benítez, imaginamos, el sello de Top Secret. Del informe sólo sabemos que Keylor quedaba muy bien parado y que el técnico utilizó ese argumento para tranquilizar al portero en verano: “Cuento contigo”.
De Gea. Lógico, De Gea no aparecía en ese informe que, a falta de un director deportivo que lo gestione, estará a estas horas cogiendo polvo en algún rincón del despacho oval de la Casa Blanca. Pero de De Gea también sabemos algo. Siendo los últimos momentos de su no traspaso tan ajetreados, alguien descuidó su contrato con el Madrid a la vista de todos. Y todos pudieron comprobar que De Gea tenía firmado cobrar 11,8 millones brutos en el club blanco. Justo a esa cantidad aspira ahora Keylor.
Sin piropos. Empieza a ser inquietante que Benítez ande con el freno de mano echado cuando se le pregunta por Cristiano, como si el hecho de que no reconozca que es el mejor jugador del mundo (debe serlo para el madridismo y más aún para su técnico) pudiera tapar que realmente lo es (¡321 goles en 304 partidos!). O como si haciéndolo pudiera ofender a Bale o a los planes de futuro del Madrid. Lo innegable es que Cristiano ya lleva unos cuantos pellizcos de monja en su cuerpo desde el verano: el viaje de Benítez a Cardiff, que el técnico equiparara su figura a la del propio Bale, James o Benzema... O la defensa misma que se hace desde el club del estatus del galés y no del suyo.
Las cábalas. A Cristiano le quedarán dos años de contrato el próximo verano, al que llegará con 31 años. Renovar o partir. Los hay que pensarán que Florentino se frota las manos con la idea de realizar la venta más cara de la historia con él (lo más probable es que al PSG, a cuyo jeque tanto se esfuerza por no perturbar). Los habrá que se pongan en la piel de Jorge Mendes, que aún puede vislumbrar un par de grandes movimientos con esa mina de oro que es Cristiano (el último ya a EE UU). Parece evidente, también, que el jugador no está muy contento con el trato que le ha dispensado Florentino y que ve acentuado en los últimos meses. Me gustaría leer qué puso de él Benítez en su Informe Pirri. “Es quien sostiene con sus goles esta colección de mediapuntas con la que tengo que hacer malabarismos (o ser camaleónico, como diría Sacchi)”. ¿Sería algo así? Ancelotti entendió en el minuto 93 de Lisboa que su puesto dependía de ganar la Champions más que de abanicar a su presidente. El bueno de Benítez aún anda tanteando el terreno...