Solvencia y ánimo hiriente
Otra vez Gasol. No es un fenómeno esporádico. Algunos de los mejores jugadores han tenido grandes actuaciones precisamente en el momento en el que se sumaba alguna lesión o problema de salud más o menos inesperado a los obstáculos habituales. Será quizás un asunto de rebeldía, de reto sobre el reto. El caso es que ese pinchazo en el gemelo de Pau Gasol influyó, acompañó y se quedó con un papel de corista, quién sabe si colaborador, en una de los mejores actuaciones que se le recuerdan a Gasol con la camiseta nacional. 30 puntos en 31 minutos, 6/7 en triples. Y once puntos anotados en cuestión de tres minutos de juego durante el último cuarto, cuando reventó el marcador.
El último cuarto. Una serie de imponderables dieron como consecuencia una mezcla física y química más que resultona para España en el momento determinante del partido. Tras impulsar Llull las dos primeras canastas del último cuarto, el descanso de rigor programado para éste y para Mirotic, sumado a la baja de Rudy, desencadenó un compuesto equilibrado y equilibrante, un puzzle de encaje. Sergio Rodríguez, Ribas, Claver, Reyes y Pau Gasol. Gasol encontró más espacio lejos del aro con Reyes dentro, Claver resolvió los problemas de rebote defensivo que tanto habían minado a España en el tercer cuarto y Sergio Rodríguez sintió que su atrevimiento habitual era una necesidad de aplicación urgente. España anotó con solvencia y ánimo hiriente, pero la clave estuvo atrás, en el mejor cuarto defensivo del equipo de Scariolo en el campeonato. La resistencia y la vehemencia defensiva influyeron también en que se cerrara el grifo de las pérdidas de balón. Los brotes verdes del tercer cuarto contra Alemania han progresado a indicadores que anuncian estabilidad.
Sin sorpresas. Francia y Grecia cumplieron también con su obligación, con victorias incuestionables, y con un desgaste mínimo. En Francia, por ejemplo, los pívots principales, Gobert y Diaw, no tuvieron que jugar ni 21 minutos. En sus minutos en pista lograron un parcial de +20 contra Turquía. Grecia siguió el punteo martilleante del boxeador que acostumbra a ganar por KO en el 12º asalto. Se lo pueden permitir con una rotación amplia de seguridad cuyos integrantes comparten credo y determinación. Un peligro.